(28 de mayo de 2021) El 11 de mayo de 2021, la Corte Suprema de Filipinas anunció que había modificado la interpretación de los requisitos de incapacidad psicológica como motivo para declarar la nulidad del matrimonio en los tribunales.
Los requisitos se establecen en el artículo 36 del Código de la Familia, que establece que el matrimonio contraído por cualquier persona psicológicamente incapacitada para cumplir con las obligaciones esenciales del matrimonio es nulo, incluso si la incapacidad se manifiesta después de la celebración del matrimonio.
Mientras deliberaba sobre el caso de Tan-Andal c. Andal, el tribunal definió la «incapacidad psicológica» como una condición personal que impide que un cónyuge cumpla con las obligaciones matrimoniales fundamentales hacia una pareja específica y que puede haber existido en el momento del matrimonio, pero que se hizo evidente solo a través del comportamiento posterior a la ceremonia de matrimonio.
Además, el tribunal declaró que esa afección no tenía por qué ser un trastorno mental o de la personalidad, ni una afección permanente e incurable. Anteriormente, según comentaristas jurídicos filipinos, se exigía en los tribunales que se probara la permanencia e incurabilidad de la condición.
Además, el tribunal declaró que el testimonio de un psicólogo o psiquiatra no es obligatorio en todos los casos, una determinación que, a juicio de otro experto filipino, podría acortar el proceso y reducir al mínimo los costos de los procedimientos judiciales en los casos de anulación.
A mediados de mayo de 2021, la sentencia no estaba disponible en el sitio web del tribunal. La Oficina de Información Pública de la corte indicó que publicará el fallo una vez que esté lista una copia oficial para su publicación.
Con el fallo completo aún no disponible, los debates en las redes sociales han especulado sobre cómo se aplicará en la práctica esta nueva interpretación de la incapacidad psicológica. Además, algunos abogados se preguntan si la interpretación modificada del artículo 36 del Código de Familia por el Tribunal Supremo ha servido para crear jurisprudencia que permite el divorcio, que actualmente no está permitido por la legislación filipina.