El «trabajo» de un río es transportar sedimentos y agua. El agua en movimiento solo puede transportar sedimentos si tiene suficiente fuerza para superar la fuerza del sedimento.
Los caudales moderados de los ríos pueden transportar granos de arcilla y limo más pequeños y ligeros en suspensión. Por lo general, se necesitan caudales fluviales más fuertes para mover sedimentos más grandes, como arenas gruesas, gravas, adoquines y cantos rodados.
Para lograr esta fuerza, el río debe ser adecuadamente profundo y de flujo rápido, lo que solo puede ocurrir un par de veces al año durante las inundaciones. Las aguas de inundación que fluyen rebotarán y arrastrarán los sedimentos más grandes a lo largo del lecho del río.
La mayoría de los ríos escoceses son dinámicos, lo que a veces puede causar graves peligros.
Los ríos dinámicos responden a:
- clima local
- eventos meteorológicos: por ejemplo, lluvias intensas
- paisaje
- uso de la tierra
Erosión frente a deposición
Diferentes partes del canal experimentan diferentes niveles de:
- erosión, es decir, eliminación y transporte de sedimentos
- deposición, es decir, caída de sedimentos transportados
La erosión es el proceso principal en las partes escarpadas y profundas de un río, como el exterior de las curvas de los ríos y las piscinas fregadas profundas. El sedimento se deposita en aguas menos profundas y donde se ensancha el canal de un río.
Los accidentes geográficos deposicionales incluyen:
- barras de grava y arena
- riffles: aguas poco profundas que cruzan el canal en diagonal entre piscinas
Durante las inundaciones, los ríos pueden arrojar arenas finas, arcillas y limos a través de llanuras inundadas.
Todo este tipo de trabajo fluvial ayuda a formar el carácter de un río. Descubra los principales tipos de ríos de Escocia.