Cómo Lidiar con el Conflicto Funcional y Disfuncional

Cuando Mayank consiguió un trabajo que había codiciado durante mucho tiempo, estaba en la cima del mundo. Tenía las habilidades adecuadas para el trabajo y era apreciado en el nuevo lugar de trabajo.

Sin embargo, finalmente, se dio cuenta de que tenía grandes diferencias políticas con algunos de sus colegas. La charla normal de la oficina se deterioraría fácilmente en discusiones acaloradas.

Esto finalmente llevó a conflictos y comenzó a afectar la productividad general del equipo. Mayank, también, estaba descorazonado de que las cosas no salieran como él esperaba.

Si bien algunos conflictos, como los conflictos funcionales, son esenciales para el progreso, los conflictos disfuncionales generalmente tienden a obstaculizar el proceso de comunicación y afectan la moral de la fuerza de trabajo y crean animosidad innecesaria.

Diferenciar entre conflictos funcionales y disfuncionales y tratarlos de manera efectiva es esencial para mantener un flujo de trabajo fluido y constante. Si bien un líder es responsable de la resolución de conflictos, todos los empleados deben estar preparados para comprender la razón del conflicto y trabajar para reducirlo.

Las diferencias entre conflicto funcional y disfuncional

Tanto el conflicto funcional como el disfuncional pueden ocurrir en cualquier lugar de trabajo. Manejarlo de manera saludable, empática y oportuna es imperativo para mantener y mejorar la productividad y la eficiencia de cualquier organización. Para una mejor resolución de conflictos, es necesario comprender los tipos de conflicto.

El conflicto funcional se denomina así porque está en línea con las políticas y los objetivos de la organización. Aumenta la productividad y motiva a los empleados a encontrar una solución creativa para los problemas en cuestión.

Por otro lado, los conflictos disfuncionales pueden surgir de diferencias personales y problemas no relacionados con el trabajo, como los diferentes sistemas de creencias. Si bien los problemas no están relacionados con el trabajo en cuestión, estos conflictos pueden interferir con la capacidad de las personas para concentrarse en sus tareas.

¿Cómo lidiar con los conflictos funcionales y disfuncionales?

El primer paso sería identificar la diferencia entre conflicto funcional y conflicto disfuncional. Supongamos que hay una reunión y problemas personales entre algunas personas debido a sus rasgos de comportamiento que lo interrumpen. Es importante entender que estos problemas pueden haber comenzado antes en una capacidad poco profesional.

Los juegos de ego y la política de oficina, donde algunos empleados buscan ganancias personales en lugar de ganancias profesionales u organizativas, deben identificarse y desalentarse.

Esto se debe a que el conflicto funcional y disfuncional puede parecer entrelazado si se deja desapercibido durante mucho tiempo. Las reuniones estratégicas individuales y las revisiones periódicas de los empleados pueden ayudar al líder a obtener información sobre la situación.

Se deben fomentar las diferencias de opinión si se trata de trabajo. Un líder debe ser de mente abierta y entretener cada idea, sugerencia y comentario sobre la calidad y estructura del trabajo.

El conflicto funcional debe estructurarse, donde todos tengan la misma oportunidad de expresar sus opiniones. Si alguien siente que es tratada injustamente, es necesario reconocer el problema y preguntar sobre su opinión sobre el asunto en cuestión. De los debates y discusiones pueden surgir ideas brillantes y nuevas perspectivas.

Se debe alentar a todos los empleados a dar su opinión sobre cualquier tema y nadie debe recibir un trato especial.

Un proceso transparente y democrático puede producir cambios positivos e impulsar el progreso.

Si cada trabajador siente que tiene voz en el proceso de toma de decisiones, la productividad aumentará y todos estarán motivados para trabajar más duro y más rápido.

Se debe desalentar el conflicto disfuncional. Cualquier comentario o comentario personal que pueda afectar negativamente a cualquier individuo o grupo en particular debe abordarse de inmediato. Si el conflicto se debe al aumento del estrés o del volumen de trabajo, establecer un sistema para resolver esas situaciones.

Los trabajadores que tienen acceso a mecanismos de lucha contra el agotamiento tienden a ser más productivos. Por lo tanto, se deben impartir conocimientos de gestión del tiempo y la carga de trabajo.

Conclusión

Establecer oportunidades de crecimiento vertical u horizontal iguales y justas ayuda a aumentar la moral y evitar conflictos innecesarios. Reconocer a los empleados con una excelente ética de trabajo es un ejemplo para todos los empleados. Además, la transparencia en las promociones o degradaciones garantizará que nadie sea tratado injustamente.

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