Cristo Restaurará Todo Lo que el Enemigo Robó
Cuando la vida nos lanza una bola curva, no tenemos que aceptarla. Sea cual sea el problema que esté pasando en nuestras vidas en este momento, debemos recordar que no ha terminado. Sea lo que sea que el enemigo robó, ya sea nuestra salud, nuestra seguridad financiera, nuestra tranquilidad o cualquier otra cosa que sea querida para nosotros, Dios promete restaurarla. A pesar de lo que Satanás diga, Jesús tendrá la última palabra porque la restauración es la voluntad de Dios para nosotros.
Sin embargo, si vamos a experimentar esta restauración sobrenatural, debemos tener fe en que sucederá. El rey David, que sufrió mucha adversidad, confesó que se habría desmayado y abandonado si no hubiera creído que vería la bondad de Dios. Negarse a temer, y en cambio regocijarse y alegrarse cuando nada va bien, abre la puerta para permitir que Dios haga grandes cosas y nos restaure todos los años perdidos.
De acuerdo con las leyes espirituales que Dios ha establecido, cuando es capturado, el ladrón debe restaurar siete veces lo que nos robó. El ladrón viene a robar, matar y destruir, pero Dios trae la restauración completa, hasta el punto en que nuestras vidas se desbordan. Hace que todo sea mejor que antes.
Dios trae de vuelta toda la esperanza y la alegría que faltaba en nuestras vidas antes de establecer una relación con Él. Cuando recordamos cómo nos sentimos cuando nacimos de nuevo, nos damos cuenta de que Él nos ha aceptado como Sus amados hijos. Él nos restaura el gozo de la salvación.
Cuando todo se hunde en nosotros, el regocijo en el Señor lo hace nuestra fuerza y nos hace caminar sobre lugares altos. La alegría, la alegría y la restauración están vinculadas. Cuando recuperemos nuestro gozo, otras cosas también serán restauradas porque el gozo del Señor es nuestra fortaleza. Alá es el Dios del cambio.
Oración:
Dios Padre, no es Tu voluntad que el enemigo robe cualquier cosa de tus hijos que quieras que tengamos. Jesús vino y restauró todo lo que nos fue robado al principio. Ahora, ya no tenemos que conformarnos con menos que lo mejor. Estamos muy agradecidos por lo que hiciste. En el nombre de Jesús, amén.
Escrituras:
- Jeremías 30:17
- Salmo 27:13
- Joel 2:21, 23-25
- Proverbios 6:31
- Juan 10:10
- Salmo 51:12
- Habacuc 3:17-19
- Nehemías 8:10