Dios nos ordena dedicarnos a la oración (Rom. 12:12).
¿Qué significa ser dedicado, y cambiar nuestras vidas para ser dedicado a la oración?
Dedicado
Aquí hay algunas definiciones útiles:
- dedicar: «dar enteramente a una persona, actividad o causa específica» (Dictionary.com. WordNet 3.0. Universidad de Princeton).
- dedicado: «celoso o ardiente en apego, lealtad o afecto» (Dictionary.com).
Cuando nos dedicamos a algo, nos entregamos completamente a él. En otras palabras, lo hacemos una prioridad máxima.
Porque estamos dedicados a la oración, oramos sin cesar.
- «Alégrense siempre; oren sin cesar; den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con ustedes en Cristo Jesús» (1 Tes. 5:16-18).
- «Con toda oración y súplica orad en todo momento en el Espíritu, y con esto en vista, estad alerta con toda perseverancia y súplica por todos los santos» (Ef. 6:18).
Oramos todo el tiempo, constantemente dando gracias a Dios y pidiendo su favor durante todo el día.
Como resultado, exhibimos una actitud de oración en todo lo que hacemos, conscientes de Dios y Su voluntad.
Nos regocijamos todo el tiempo, poniendo nuestra confianza en Dios, mientras oramos sin cesar, en todo dando gracias.
Jesús
Jesús es el mejor ejemplo de alguien dedicado a la oración.
Jesús oró por largos períodos de tiempo, a veces orando toda la noche.
- «En este momento se fue al monte a orar, y pasó toda la noche en oración a Dios» (Lc. 6:12).
A menudo iba a lugares donde podía orar sin distracciones, escapándose al desierto para orar.
- «Pero Jesús Mismo nos suelen escapar al desierto, y orar» (Lc. 5:16).
También enseñó a Sus discípulos a orar todo el tiempo.
- «Ahora les contaba una parábola para mostrar que en todo tiempo debían orar y no desanimarse» (Lc. 18:1).
Como discípulos de Jesús, estamos dedicados a la oración. Oramos todo el tiempo, sin perder el corazón mientras hacemos Su voluntad.
Ejemplos
Dios quiere que oremos todo el tiempo.
- «Alégrense siempre; oren sin cesar; den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con ustedes en Cristo Jesús» (1 Tes. 5:16-18).
- » Por tanto, quiero que los hombres oren en todo lugar, alzando manos santas, sin ira ni disensión » (1 Tim. 2:8).
Por ejemplo, después de que Pedro y Juan fueron interrogados y amenazados por el Sanedrín, regresaron a sus compañeros e informaron de lo que había sucedido. Al escuchar su informe, los hermanos oraron (Hechos 4: 23-30).
En otra ocasión, Herodes encarceló a Pedro, esperando hasta después de los días de los Panes sin levadura para matarlo. Como resultado, los cristianos oraron fervientemente por él, incluso orando hasta altas horas de la noche, mientras otras personas dormían (Hechos 12:1-12).
Dios quiere que estemos dedicados a la oración.
- Él quiere que nos humillemos y echemos nuestras ansiedades sobre Él (1 Ped. 5:6-7).
- Él quiere que le demos a conocer nuestras peticiones en oración y súplica, para que tengamos la paz de Dios que sobrepasa toda comprensión (Fil. 4:6-7).
- Él quiere que oremos por la prosperidad física, además de la prosperidad espiritual (3 Jn. 1:2).
¿Te dedicas a la Oración?
Hay algunas cosas que tenemos que hacer para dedicarnos a la oración.
- Tenemos que aprender a orar y no desanimarnos, tal como Jesús enseñó a Sus discípulos.
- Tenemos que hacer de la oración una prioridad.
- Tenemos que hacer tiempo para orar, poniéndolo antes que otras actividades.
- Tenemos que organizar nuestros horarios para tener la energía para dedicarnos a la oración.
Aquí hay algunas preguntas de reflexión:
- ¿Con qué frecuencia rezas?
- ¿Oras todo el tiempo?
- ¿Te regocijas todo el tiempo, porque estás orando todo el tiempo?
- ¿Antepones la oración a la recreación?
- ¿Tiene tiempo para la recreación, pero no para la oración?
- ¿Trabajas tanto que no tienes energía para orar?
- ¿Te importa lo suficiente la oración para que sea una prioridad en la vida?