Uno de los propósitos principales de un sistema de protección contra incendios es contener el fuego, en caso de que ocurra. En un edificio, hay varios sistemas y estructuras para ayudar a minimizar la propagación de llamas, incluidos cortafuegos y barreras contra incendios. Aunque ambas estructuras ayudan a contener un incendio a la vez que brindan protección a los ocupantes del edificio, existen diferencias importantes entre un cortafuegos y una barrera contra incendios. De acuerdo con el Capítulo 7 del Código Internacional de la Construcción (IBC) y la Asociación Nacional de Protección contra Incendios (NFPA) 221:
Cortafuegos: son paredes exteriores que se extienden continuamente desde la base del edificio hasta el techo. Están diseñados para permanecer de pie incluso si la estructura adyacente colapsa. Para ello, los cortafuegos se construyen más gruesos que las paredes normales con una estabilidad estructural significativa en condiciones de incendio. A veces también se pueden requerir contrafuertes o pilastras para proporcionar una estabilidad lateral adecuada. Los cortafuegos suelen tener una clasificación de resistencia al fuego de 3 a 4 horas.
Barreras contra incendios: son paredes interiores que se extienden de piso a piso o de piso a techo, incluidos los espacios ocultos e intersticiales. Están diseñados para subdividir partes del edificio y pueden apoyarse en estructuras, como techos, columnas o pisos. Todas las estructuras de soporte deben tener una clasificación de resistencia al fuego no inferior a la de la barrera contra incendios que soportan. Las barreras contra incendios restringen el flujo inicial de calor dentro del área de origen, lo que proporciona a los ocupantes del edificio el tiempo adecuado para evacuar a áreas seguras. Estas paredes suelen tener una resistencia al fuego de 2 a 3 horas.
Entonces, ¿cuál es la diferencia entre los cortafuegos y las barreras contra incendios? Básicamente, los cortafuegos son paredes exteriores gruesas con una clasificación de resistencia al fuego más alta, mientras que las barreras contra incendios son paredes interiores con una clasificación de resistencia al fuego más baja. Ambas estructuras son importantes para el sistema de protección contra incendios de un edificio, ya que están diseñadas para ayudar a contener el fuego en un solo lugar, así como para permitir a los ocupantes evacuar de forma segura. Por lo tanto, asegurarse de que ambos se mantengan adecuadamente de acuerdo con los códigos y estándares de IBC y/o NFPA es fundamental para la integridad del edificio y, lo que es más importante, para la seguridad de quienes lo ocupan. Por eso es importante reconocer la diferencia entre cortafuegos y barreras contra incendios. Si se hace algún daño a la pared, no importa lo insignificante que pueda parecer, ese agujero o grieta en la pared es suficiente para permitir que pase el fuego y, en última instancia, poner en riesgo la vida de los que están en el edificio.