Durante la mayor parte de un año, la «vida normal» ha pasado a un segundo plano.
Con la pandemia de coronavirus forzando protocolos de salud pública sin precedentes, muchas de las principales instituciones públicas y privadas, como las universidades, se han encontrado en una posición difícil: cerradas. Como parte de este cierre, sus principales sistemas de servicios públicos se apagaron.
Si bien apagar los sistemas es una medida de ahorro de costos, no está exenta de riesgos.
Para ciertos sistemas de construcción, como HVAC y agua, permanecer inactivo durante largos períodos de tiempo aumenta en gran medida las posibilidades de dañar el agua estancada dentro de ellos. Las condiciones de agua estancada suelen dar lugar a la formación de biopelículas, que pueden albergar y cultivar patógenos peligrosos transmitidos por el agua, como la legionela. A su vez, hay una mayor probabilidad de que el agua estancada contenga patógenos peligrosos transmitidos por el agua, como la legionela.
Apagar y volver a encender los sistemas de servicios públicos diseñados para uso continuo no es algo que deba suceder. Para evitar que las enfermedades transmitidas por el agua se propaguen por todo el edificio a través de los sistemas de servicios públicos, es necesario trabajar mucho antes de que regresen los ocupantes.
¿Qué es el Agua estancada y cómo es problemática?
A menudo conocida como» agua estancada», el agua estancada es el agua que se deja sentada durante largos períodos de tiempo.
Sin movimiento ni aireación, el agua estancada se convierte en un caldo de cultivo ideal para biopelículas o una colección de bacterias u hongos. Si no se trata, el agua estancada a menudo se convierte en el hogar de enfermedades peligrosas y patógenos, como:
- Legionella
- E. coli
- Micobacterias no tuberculosas
- Neumonía relacionada con Pseudomonas
El agua estancada también causa daños físicos a un sistema de servicios públicos, corroyendo tuberías metálicas.
En edificios más antiguos, esto es particularmente preocupante, ya que algunas tuberías contienen plomo. Para las tuberías que suministran agua potable, la presencia de plomo puede ser mortal. La corrosión de metales en otros sistemas, como calderas, enfriadores y torres de enfriamiento, compromete su capacidad de funcionar correctamente.
En los sistemas HVAC, el agua estancada plantea un conjunto único de problemas. La corrosión no solo afecta potencialmente su capacidad de trabajo, sino que la legionela mortal en el agua también se puede propagar rápidamente una vez que se enciende el sistema.
Conozca cómo Rochester Midland Corporation puede ayudarlo a evitar problemas de agua estancada:
5 Formas de Reducir las Enfermedades del Agua Estancada & Daños
Para reducir la posibilidad de daños a largo plazo a sus sistemas por agua estancada, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades desaconsejan apagarlos indefinidamente.
Estos son cinco pasos que puede seguir como ingeniero de edificios, administrador de propiedades o propietario para mantener sus sistemas de servicios públicos a salvo del agua estancada y la legionela durante períodos de uso limitado:
- Mantenga el agua caliente caliente y el agua fría fría: esto desalienta el crecimiento microbiano, que es más probable que ocurra en el agua a temperatura ambiente.
- Las torres de refrigeración de HVAC deben drenarse si no están en uso. Esto evita la corrosión, la bioincrustación y la proliferación de bacterias legionella.
- Las calderas deben colocarse fuera de línea después de un procedimiento de tendido húmedo o seco para evitar la corrosión. No hacerlo podría provocar picaduras de oxígeno, corrosión general y ensuciamiento de hierro, y en última instancia, mayores costos de energía y/o fallas prematuras.
- Cree y siga protocolos de gestión del agua que incluyan pruebas de niveles de desinfectante y descargas periódicas.
- Todas las alimentaciones de productos químicos deben estar entrelazadas para evitar que los productos químicos se introduzcan en «agua muerta», ya que los productos químicos concentrados pueden corroer las tuberías y los equipos. El enclavamiento de flujo también ayuda a garantizar que el producto químico se dosifique adecuadamente o no durante todas las condiciones de carga.
Volver a encender de forma segura los Sistemas de HVAC y Agua
Con muchas instalaciones públicas y privadas que anticipan una reapertura completa en los próximos meses, una de las primeras prioridades es volver a poner en funcionamiento los sistemas de servicios públicos. Volver a conectar estos sistemas no es solo cuestión de encender un interruptor.
Prevenir la propagación de posibles patógenos transmitidos por el agua, como la legionela, a través de los sistemas de servicios públicos implica tomar medidas para prepararse a fondo para el uso normal.
Para los sistemas HVAC, los CDC recomiendan:
- Inspección del sistema para detectar humedad aparente o moho. Si se detecta moho, por lo general a la vista u olfato, póngase en contacto con un servicio de limpieza comercial para el saneamiento del sistema.
- Cambiar y reemplazar los filtros según sea necesario
- Completar una descarga ejecutando el sistema durante 48-72 horas con amortiguadores de aire abiertos antes de que se reabra un edificio.
- Después de la descarga, inspeccione rutinariamente el sistema de HVAC
- Si su universidad aún no tiene uno, desarrollando e implementando un plan de mantenimiento de HVAC
En sistemas de plomería, que suministran agua a grifos de cocina, duchas de dormitorios y fuentes de agua potable, los CDC le aconsejan que:
- Inspeccione todos los elementos del sistema
- Enjuague el sistema de agua en todos los puntos de uso, p. ej. duchas, lavabos y grifos
- Limpie todos los accesorios de agua
- Pruebe el agua para detectar la presencia de plomo u otros metales pesados
- Si aún no tiene uno, desarrolle e implemente un plan de mantenimiento del sistema de agua
Eliminar los Peligros de Agua Estancada para la Seguridad Pública
Si bien volver a poner en línea los sistemas de servicios públicos para funcionar a su capacidad normal significa un paso alentador hacia la normalidad, debe hacerse con gran precaución.
El mantenimiento preventivo, junto con inspecciones críticas y descargas del sistema, garantiza que sus servicios públicos no solo funcionen como se supone que deben, sino que también preserven la seguridad pública.