La pechuga de cordero es un corte de cordero de la parte inferior del vientre del animal que incluye costillas y una parte de la pechuga. Esta porción de cordero es relativamente barata porque algunos consideran que es un corte más gordo que los asados o costillas de cordero tradicionales. Cuando se cocina correctamente, una pechuga de cordero pierde parte de su contenido de grasa, pero retiene la mayor parte de la carne, aunque este corte es conocido por tener menos carne que otros. Puede agregar un sabor rico a sopas o guisos estofados y también se puede asar, asar o moler. Algunas personas usan la pechuga de cordero para hacer tocino de cordero.
La pechuga de cordero se encuentra debajo del cuello y el hombro del animal, pero por encima del vástago de la pata delantera del cordero. Esta zona hace menos ejercicio que el hombro o el vástago, lo que le da un mayor contenido de grasa que estos otros cortes. Hay cartílago y hueso en esta zona del animal desde la parte delantera de las costillas y el pectoral, pero también hay algo de carne. A algunas personas les gusta comer cortes grasos de carne porque crea sabor y jugosidad, pero a otras les gustan las porciones más magras y carnosas del animal.
Uno de los principales atractivos de comprar pechuga de cordero es su precio, ya que generalmente es mucho menos costoso que otros cortes de cordero. Esto se debe a su mayor contenido de grasa y a la dificultad que algunas personas tienen para prepararlo y cocinarlo. Varias culturas a lo largo de la historia han comido pechuga de cordero porque funciona bien en muchos platos, como sopas y guisos, donde gran parte de la grasa se disuelve durante un largo tiempo de cocción. Hay muchas recetas de pechuga de cordero en las cocinas de Oriente Medio, India y Australia.
Preparar y cocinar la pechuga de cordero no es demasiado difícil si se dedica suficiente atención al proceso. Este corte de carne necesita que le corten la grasa antes de marinarlo y asarlo a la parrilla o asado en el horno. También se puede colocar en líquido y guisar durante un largo período de tiempo para derretir la grasa y los tejidos conectivos, dejando carne y huesos en el plato. La parte más importante de cocinar la pechuga de cordero, sin importar el estilo, es el largo tiempo de cocción con un fuego relativamente bajo. Ya sea en la parrilla, en una olla o en el horno, este método garantiza que la carne esté tierna.