Casi todas las crisis financieras se remontan a una base de balances débiles que se agrietaron bajo la presión de una deuda excesiva. Las empresas, los hogares y los gobiernos se endeudan durante los buenos tiempos, solo para luchar por pagar esas deudas cuando la economía empeora.
Tener un balance sólido, por otro lado, es la clave para sobrevivir a una recesión en lugar de ir a la quiebra cuando las cosas se ponen mal. Te mostraré algunas formas de determinar la solidez del balance de una empresa.
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Pero primero, repasemos rápidamente lo básico.
¿Qué es un balance para empezar?
Un balance es simplemente un estado financiero que resume los activos, pasivos y patrimonio de una organización. Ofrece a los espectadores una instantánea de lo que se posee y lo que se debe, y sigue esta sencilla fórmula:
Activos = Pasivos + Patrimonio neto de los accionistas
Se denomina balance porque los dos lados de la ecuación siempre están en equilibrio. Medimos la fuerza de un balance echando un vistazo más de cerca a la composición de los dos lados de la ecuación para averiguar dónde podría agrietarse bajo presión.
Para descubrir qué constituye un balance sólido, usaremos este ejemplo de balance como guía:
Muestra por autor.
Una vez más, para reiterar la parte «saldo» del balance, tenga en cuenta que en la parte inferior de esa muestra, vemos que el activo total de 6 644,3 millones es igual a pasivos de 2 244 millones más el patrimonio de los propietarios de 4 400,3 millones.
Ahora echemos un vistazo más de cerca para ver qué tan fuerte es este balance analizándolo con algunos ratios comunes de balance.
La fuerza está en proporciones, no en números
Hay alrededor de media docena de razones diferentes que podemos usar para determinar la fuerza de un balance. Puede ver las matemáticas detrás de estas proporciones en la parte superior del balance de muestra de arriba. Sin embargo, solo veremos un par de estos ratios para medir la fuerza de este balance en particular.
La primera relación que usaremos es la relación actual, que es activos corrientes divididos por pasivos corrientes. El ratio actual, que también se conoce como ratio de liquidez, nos dice si una empresa puede o no pagar sus pasivos a corto plazo con sus activos a corto plazo. Un ratio inferior a 1 sugiere que una empresa no puede cumplir sus obligaciones con su liquidez actual. Eso no significa necesariamente que la compañía se dirija a la bancarrota, pero sí significa que la compañía necesita aprovechar otras fuentes de liquidez para cumplir con sus obligaciones actuales.
En nuestro balance de muestra, vemos que el ratio actual es 0,45 veces, lo que sugiere que la liquidez actual de la compañía es débil. Sin embargo, esto se debe principalmente a que una gran parte actual de la deuda a largo plazo se debe, probablemente gracias a un pago global. Esta deuda podría refinanciarse, o la empresa podría buscar vender activos fijos u otros para cumplir con esta obligación. Por eso es importante observar más de una relación y ver si el balance es más fuerte que una relación que nos llevaría a creer.
Para profundizar un poco, usaremos el ratio de deuda y el ratio de deuda a capital. El ratio de deuda es simplemente deuda total dividida por activos totales. Un ratio de deuda de menos de 1 nos dice que la empresa tiene más activos que deuda, por lo que cuanto menor sea el ratio, más sólido será el balance. En el caso de nuestro balance de muestra, vemos que el ratio de deuda es 0.26 veces, lo que nos dice que la compañía tiene muchos activos para cubrir su deuda, lo que sugiere que el ratio actual no es una gran preocupación.
Finalmente, veremos brevemente la relación deuda-capital, que mide el apalancamiento financiero de la compañía. Se calcula dividiendo los pasivos por el capital de los accionistas. Una vez más, un mayor ratio deuda / capital es un signo de un balance más débil. Dicho esto, no hay ninguna línea en la arena que diga que una proporción superior a 1, por ejemplo, es una preocupación, ya que varía según la industria. En el caso del balance de nuestra mítica empresa, encontramos que su ratio de deuda a capital de 0,42 veces sería seguro en casi cualquier industria.
Sumarlo todo, y nuestro balance de muestra está en forma decente. La liquidez actual es más débil de lo que nos gustaría ver, pero los otros ratios de deuda son fuertes, lo que sugiere que la compañía podría capear casi cualquier tormenta.
Hoja de trucos: Verifique la calificación crediticia
Ejecutar una serie de ratios financieros ayudará a los inversores a comprender mejor la fortaleza relativa del balance de una empresa. Además de eso, los inversores deben examinar más de cerca la calificación crediticia de una empresa, porque una calificación crediticia de grado de inversión de una de las grandes agencias de calificación es una señal de que el balance es sólido, especialmente si su calificación se encuentra en el extremo superior del espectro.
Si bien las calificaciones crediticias son solo opiniones sobre el riesgo crediticio de la empresa, estas opiniones importan. Por ejemplo, las empresas calificadas como basura han sido excluidas de los mercados de crédito durante tiempos económicos sombríos, lo que les ha imposibilitado refinanciar la deuda y, por lo tanto, las ha obligado a entrar en bancarrota. Mientras tanto, a una empresa de mayor calificación generalmente se le da más tiempo y margen para resolver sus problemas. Baste decir que cuanto más fuerte es la calificación crediticia, más fuerte es el balance y mejor puede soportar una empresa un tramo económico difícil.
Conclusiones clave
Si bien la relación exacta es objeto de debate, un balance sólido necesita absolutamente tener más activos totales que pasivos totales. También nos gustaría ver activos corrientes más altos que pasivos corrientes, ya que eso significa que la compañía no depende de factores externos para cumplir con sus obligaciones en el año en curso. Otra buena indicación de un balance sólido es una calificación crediticia de grado de inversión. Esto sugiere que el balance de la compañía se ha probado a fondo y se ha considerado lo suficientemente fuerte como para que los inversores de deuda obtengan un rendimiento relativamente seguro en muchas condiciones de mercado diferentes.