La industria de la construcción y demolición es una de las industrias productoras de residuos más grandes de Nueva Zelanda. Los residuos de construcción y demolición pueden representar hasta el 50% de todos los residuos generados en Nueva Zelanda, el 20% de los cuales van a vertederos y el 80% a sitios de limpieza.
La eliminación de estos materiales en vertederos significa que, además de no ser recuperados para su uso posterior, están contribuyendo a efectos ambientales adversos. Estos incluyen la lixiviación de productos químicos dañinos en el suelo y las vías fluviales, además de las emisiones de metano al aire, a medida que los desechos se descomponen y se pudren.
Tipos y fuentes
Los residuos de construcción y demolición se componen de una amplia variedad de materiales, incluidos hormigón, placas de yeso, madera, acero, ladrillo y vidrio.
Las fuentes de estos residuos incluyen recortes, envases, materiales sobrantes, encofrados, materiales de protección, materiales dañados y retrabajos.
Reducir, reutilizar, recuperar
La buena noticia es que gran parte de estos residuos de construcción y demolición se pueden reducir, reutilizar o recuperar.
Sin embargo, desviar los residuos del vertedero o de la limpieza requiere una planificación cuidadosa para cada proyecto de construcción. La investigación muestra que la planificación para la reducción y reutilización de residuos durante las fases de planificación del proyecto es la forma más exitosa de garantizar que los residuos se minimicen durante todo el proyecto.