Función del funcionario de prisiones:
Las actividades diarias de un funcionario de prisiones consisten en inspeccionar periódicamente a los reclusos para comprobar su seguridad y presencia y luego permitir que salgan de sus celdas, lo que garantiza que ningún condenado haya escapado, pero también que cuando salga de las celdas pueda controlar los aspectos de seguridad que no permitan que se produzcan fugas. Al final del día, hay un recuento final de personas que enfatiza la importancia de saber dónde se encuentra cada convicto para controlarlo de manera adecuada. Al trasladar a los reclusos, los funcionarios de prisiones deben velar por la seguridad en todo momento y por que se satisfagan todas las necesidades individuales, lo que permite a los propios reclusos creer que están a salvo y reducir así la probabilidad de que escapen. Es probable que haya movimiento cuando se lleva a los convictos de su celda a comer o a donde trabajan en la prisión. Durante las visitas domésticas, el funcionario de prisiones debe asegurarse de que la zona esté constantemente supervisada y de que se realicen registros al entrar y salir tanto de los visitantes como de los reclusos, lo que garantiza que nadie intente escapar y que la supervisión constante no permita que ningún recluso intente escapar. Durante las visitas oficiales, los funcionarios de prisiones deben permanecer con el visitante todo el tiempo mientras supervisan al condenado para evitar que se escape, pero también para mejorar la seguridad.