Cómo funciona la Terapia Facial Galvánica
La pieza de mano galvánica se utiliza para dirigir una corriente galvánica de iones directamente a la piel. Estos iones positivos y negativos actúan como un imán en la parte superior de la superficie de la piel, y empujarán lentamente el producto que se encuentra en la superficie de la piel hacia las capas más profundas. La piel puede absorber el tratamiento en cuestión de segundos y la energía eléctrica también se reafirma, tonifica y tensa la piel durante la sesión. La mayoría de las sesiones duran solo 10-15 minutos, pero se combinan con un tratamiento facial completo que puede durar hasta una hora.
La energía de micro corriente se ha documentado y estudiado durante más de un siglo, y los tratamientos galvánicos utilizan impulsos de muy baja frecuencia, por lo que no hay riesgo de quemaduras o descargas eléctricas. La electricidad desencadena la renovación celular para que cualquier tejido dañado pueda repararse y curarse rápidamente, y aunque el procedimiento no lesiona los tejidos, «engaña» a las células para que comiencen a someterse al proceso de curación. Los tratamientos faciales galvánicos tienen una trayectoria comprobada en Europa y se han utilizado durante décadas como solución antienvejecimiento.
El gel galvánico aplicado a la piel directamente antes del tratamiento también es eficaz para tonificar e iluminar la piel, y puede ayudar a calmar la piel inflamada mientras estimula el tejido como un suave masaje. Los tratamientos de micromasaje estimulan profundamente debajo de la superficie de la piel, por lo que el área tratada no se agravará de ninguna manera.