Modelar la asertividad Con estudiantes

La comunicación asertiva es una habilidad difícil de aprender. Nuestra cultura tiende a recompensar la agresión. Los insultos se enmarcan como humor en dibujos animados y comedias de situación, y el Internet puede ser una plataforma para el acoso. Es difícil encontrar ejemplos de asertividad en la esfera pública.

¿Cómo se ve y cómo suena la comunicación asertiva en la vida real? ¿Cómo podemos resistir la atracción de elecciones agresivas o pasivas, que pueden ser más fáciles en el momento, pero que no resuelven nuestros problemas a largo plazo? ¿Cómo podemos satisfacer nuestras necesidades sin lastimar a los demás?

En el aula, los estudiantes que carecen de habilidades de asertividad pueden dudar en compartir su pensamiento abiertamente o hacer preguntas aclaratorias cuando están confundidos, o permitir que el acoso de un compañero de clase no se cuestione. Y los maestros que carecen de estas habilidades pueden tener dificultades para establecer expectativas de comportamiento claras en el aula o dudar en buscar el apoyo de entrenadores y directores.

Los profesores pueden mejorar las habilidades de asertividad de sus alumnos—y las suyas propias-enseñando algunas técnicas de comunicación simples que se pueden usar dentro y fuera del aula. Enseñar explícitamente estas técnicas puede hacer que todos nos sintamos más cómodos usándolas en la vida real.

Después de presentar y discutir estas técnicas de asertividad, involucre a sus estudiantes en juegos de roles para darles la oportunidad de practicar su uso. Es posible que desee presentar varios conflictos o problemas, hacer una lluvia de ideas sobre qué técnicas de asertividad serían las más útiles y luego permitir que los estudiantes jueguen roles y evalúen la efectividad de su elección.

Enseñar asertividad

El «buen no»: Los estudiantes y profesores pueden sentirse presionados para aceptar las ideas o invitaciones de otras personas. Los ejemplos incluyen: «¿Quieres intercambiar bocadillos?»y» ¿Quieres co-planificar esta lección?»

Estas invitaciones pueden causar ansiedad si queremos rechazarlas. Una técnica simple para responder asertivamente a tales solicitudes es un » buen no.»Podríamos decir, con una sonrisa,» Gracias por preguntarme, pero no estoy interesado.»A veces un simple» No, gracias » hace el truco. Hacer una sugerencia de contador a menudo funciona como un seguimiento de un buen no.

Establecer un límite: A veces los compañeros les piden a los estudiantes que hagan cosas que están fuera de su zona de confort, como «¿Me dejarás cortar la fila?»o «¿puedo copiar tu papel?»Una técnica asertiva para responder a tales invitaciones es establecer un límite claro y firme diciendo:» No, no me siento cómodo con eso.»Los estudiantes no necesitan explicar por qué ni negociar al respecto, simplemente pueden establecer un límite claro y aferrarse a él.

Pedir tiempo para pensar: La gente a veces nos hace preguntas que no estamos listos para responder. Es posible que necesitemos más información, la oportunidad de sopesar otras opciones o tiempo para reflexionar sobre nuestros sentimientos acerca de la situación. Una técnica asertiva para responder a tales preguntas es pedir tiempo para pensar: «No estoy seguro de cómo responder a eso en este momento. ¿Puedo llamarte más tarde?»Un punto clave es pedir la cantidad de tiempo que necesitamos, ya sea más tarde el mismo día o la próxima semana.
Exponiendo sus necesidades: A veces nos encontramos con malentendidos porque no hemos comunicado nuestras propias necesidades claramente. Puede parecer que otras personas están ignorando o irrespetando nuestras necesidades cuando en realidad simplemente no son conscientes de ellas. Si reconocemos esto, podemos abordar el problema declarando nuestras necesidades con calma. Por ejemplo, un estudiante podría decirle a un compañero: «Necesito espacio para colgar mi abrigo en el armario.»Y un estudiante podría decirle a un maestro,» ¿Podría repetir eso, por favor? Necesito oír las instrucciones de nuevo.»

Usando un mensaje de «Me siento»: A veces tenemos malentendidos que son más personales. Si nos sentimos lastimados por alguien cercano a nosotros, podemos responder siendo agresivos, haciendo una acusación o retirándonos pasivamente para protegernos. Pero con amigos, maestros y colegas que se preocupan por nosotros, los estudiantes y maestros pueden usar un mensaje de «Yo siento» para comunicar asertivamente sus sentimientos y necesidades emocionales. Un estudiante puede decirle a un amigo: «Me siento triste cuando cancelas nuestros planes, porque me encanta salir contigo.»Esto le da al amigo la oportunidad de comprender las necesidades del orador y tratar de satisfacerlas.

Saber cómo responder a la agresión: A veces, cuando nos comunicamos asertivamente, nos encontramos con una respuesta agresiva que podría disminuir la validez de nuestros sentimientos o perspectiva. Lo mejor que se puede hacer en esta situación puede ser alejarnos con calma de la conversación diciendo algo como: «Creo que comuniqué mis pensamientos claramente, por lo que no hay mucho más de qué hablar.»

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