Solo la mente contemplativa puede llevar adelante la nueva conciencia que se necesita para despertar un mundo más amoroso, justo y sostenible.
Profundizar Nuestra Conciencia
La contemplación es la práctica de estar totalmente presente-en el corazón, la mente y el cuerpo—a lo que es de una manera que te permite responder creativamente y trabajar hacia lo que podría ser.
Para muchos, la contemplación es oración o meditación, una práctica diaria de escucha profunda para conectar mejor con nosotros mismos y con el amor divino. El Padre Richard enseña que la oración contemplativa nos ayuda a sostener la Verdad que encontramos durante los momentos de gran amor y gran sufrimiento mucho después de que la intensidad de estas experiencias desaparezca. La oración contemplativa es la forma en que trabajamos las experiencias que las palabras eluden, cómo aprendemos de ellas y nos dejamos transformar valientemente por ellas, incluso cuando nuestros modos normales de pensar no pueden darles sentido.
La oración contemplativa es una práctica para toda la vida, nunca perfeccionada, pero siempre suficiente. Cada vez que oramos, nuestros patrones habituales de pensamiento y sentimiento inevitablemente nos interrumpirán y nos distraerán de la escucha profunda, pero es a través de nuestros fracasos repetidos que encontramos la gracia de Dios y experimentamos una mente transformada (Romanos 12:2).
La mente contemplativa consiste en recibir y estar presente al momento, al ahora, sin juicio, análisis o crítica. El «saber» contemplativo es un saber mucho más holístico, centrado en el corazón, donde la mente, el corazón, el alma y los sentidos están abiertos y receptivos al momento tal como es. «Así es como llegas a amar las cosas en sí mismas y como ellas mismas. Aprendes a no dividir el campo del momento o eliminar cualquier cosa que amenace a tu ego, sino a mantener todo, tanto lo atractivo como lo desagradable, juntos en una mirada de aceptación.»
En resumen, la contemplación podría describirse como entrar en un silencio más profundo y dejar ir nuestros pensamientos, sensaciones y sentimientos habituales para conectarnos con una verdad más grande que nosotros mismos.
Más información sobre el Centro de Acción y Contemplación.
Espiritualidad Basada en la Práctica
Muchas personas practican formas de contemplación como la Oración Centrada o la respiración enfocada. Otras expresiones y culturas enfatizan las experiencias comunitarias (como hablar en lenguas), el movimiento (bailar o yoga) y la música (tocar la batería, cantar extáticamente o cantar). Todos podemos resonar más con algunas prácticas que con otras.
Contemplación es una palabra que no se define fácilmente. Tiene raíces antiguas y está en continua evolución. En el Centro de Acción y Contemplación (CAC), nos referimos a las tradiciones contemplativas cristianas (plural) para reconocer la diversa historia y el futuro evolutivo de la contemplación.
Cualquiera que sea la práctica que elija, lo invitamos a comprometerse con ella. A través de la contemplación y la vida, Dios trabaja en nosotros lentamente y en secreto. La práctica contemplativa vuelve a cablear gradualmente nuestro cerebro para percibir y responder a la realidad con amor.
Algunos ejemplos de Prácticas Contemplativas
Percusión: Practicar la entrega de la mente y la sintonía del cuerpo a través del ritmo
Meditación caminando: Tomar pasos lentos y conscientes
Danza Extática: Moverse libremente con música
Canto: Cantar con intención
Oración Centrada: Observar y dejar ir todos los pensamientos sin juicio durante un período de silencio
Lectio Divina: Leer pasajes cortos de texto de manera contemplativa
Oración de bienvenida: Dar la bienvenida a cualquier sentimiento, sensación o emoción que surja en medio de su día
Oración de YHWH: Decir conscientemente el nombre de Dios a través de cada respiración
Pranayama: Respirar conscientemente
Meditación de bondad amorosa: Reconocer su fuente interna de bondad amorosa y enviar amor a los demás